Parte 2: Sobrevivir entre la inmundicia
Por José Luis Ortega Vidal
Poza Rica, Veracruz | 23 de octubre de 2025
En las colonias más golpeadas por el desbordamiento del río Cazones, ocurrido la madrugada del viernes 10 de octubre, todavía domina el hedor de la descomposición.
Las imágenes y videos que acompañan este reportaje fueron captados la tarde del jueves 23 de octubre.
El Ejército Mexicano continúa trabajando día tras día. Hay avances visibles, sí, pero insuficientes. En los rincones más castigados —como la colonia Las Gaviotas— el panorama sigue siendo desolador: toneladas de basura pesada, restos de hogares que lo perdieron todo, se acumulan esperando ser retirados.
Solo cuando esa primera tarea concluya podrá iniciarse la siguiente etapa de reconstrucción. Pero el “mucho por hacer” persistirá durante meses, quizá años.
Algunas viviendas ya fueron limpiadas; otras permanecen anegadas en lodo o llenas de muebles podridos. El mal olor domina el ambiente. Aun cuando se lave el interior, la basura acumulada al frente y las aguas estancadas y pestilentes vuelven los espacios inhabitables.
Los drenajes, colapsados, agravan la tragedia. En muchos departamentos —incluso en los que no fueron alcanzados por la inundación— los desechos no fluyen: lo que se arroja, se queda.
En buena parte de Poza Rica, la soledad y el dolor siguen imponiéndose. La ciudad intenta levantarse, pero el peso del desastre todavía marca cada rincón.
