Álamo, la capital mundial de la naranja, enfrenta un desafío crucial: mantener viva su producción citrícola y evitar que sus campos se conviertan en leña. En esta lucha, la diputada local del Distrito LV, Imelda Garrido Alvarado, sigue avanzando con gestiones y propuestas para que Álamo y los municipios vecinos reciban beneficios reales.
“Porque no queremos que la capital mundial de la naranja se convierta en la capital mundial de la leña”, sostiene la legisladora, quien refuerza su compromiso con el sector citrícola como parte del llamado «segundo piso» de la Cuarta Transformación. Su mensaje es claro: no habrá descanso hasta lograr que los productores cuenten con apoyos y condiciones que aseguren la viabilidad de su actividad.

Desde el Congreso local, Imelda Garrido Alvarado impulsa acciones concretas para evitar que los citricultores enfrenten crisis que pongan en riesgo su fuente de trabajo. Con una trayectoria cercana a la gente, la diputada subraya que su lucha no es solo una promesa política, sino una causa compartida con quienes dependen de la naranja para vivir.
«Imelda es pueblo», reitera, dejando claro que su esfuerzo va más allá de discursos y que busca resultados tangibles para la región. El reto es grande, pero la voluntad es firme: Álamo seguirá siendo sinónimo de cítricos, no de leña.