José Miguel Cobián
Me preguntan algunos amigos la razón por la cual los amlovers se aferran tanto a su realidad alternativa y se niegan cuando menos a revisar pruebas, audios, documentos, videos, que pudieran ir en contra de sus creencias, y quizá demostrarles que lo que creen está equivocado. Y me lo preguntan como si eso fuera algo anormal en nuestro país.
En Pleno siglo XXI, tenemos personas en México que creen que las vacunas de ARN mensajero se hicieron para dañar a la población mundial. Hay algunos que siguen creyendo que la tierra es plana. Una inmensa mayoría cree que España (cuando todavía no existía), conquistó México (otro país que no existía) en 1521, y que 400 o 1,000 castellanos vencieron a cien mil aztecas que eran una raza pura, civilizada y avanzada. Hay muchos mexicanos que están seguros que Salinas de Gortari mató a Colosio. Que Bill Gates avisó con anticipación de la epidemia de Covid. Que el SIDA surgió de un experimento médico fallido. Que el ataque a las torres gemelas fue orquestado por el propio gobierno americano en complicidad con el israelí. Que en Roswell Nevada están los restos de una nave y creaturas extraterrestres. Que el hombre no pisó la luna por primera vez con la tripulación del Apolo XI.
Y si vamos a cosas más locales, podríamos comentar cuántos mexicanos creen en la adivinación, el mal de ojo, la brujería. Hemos visto en nuestro gobierno a las más altas esferas contratar a la Paca, por parte de un procurador ¡panista! O que decir de la población que cree que los cambiaformas existen en forma de nahuales, o que vale la pena estar atentos a una próxima aparición del chupacabras. O que piensan que mediante una ouija o un médium es posible comunicarse con los muertos.
En un país donde la libertad de prensa ha estado muy acotada. Donde en la noche del 2 de octubre de 1968 el principal noticiero del país no mencionó absolutamente nada de los hechos acaecidos ese día en la plaza de las tres culturas. En un país dónde la transparencia gubernamental ha sido mínima, y la rendición de cuentas prácticamente inexistente por parte de los gobernantes, es muy difícil creer en la realidad que aparece en los medios informativos.
Hoy más que nunca, en este sexenio hemos vivido la fabricación constante de una realidad alternativa por parte del gobierno. Pero no ha sido el único sexenio, sólo el más exitoso en lograrlo. Después de una vida de estar analizando gestos como ¨a fulano le dio la mano, pero a mengano lo tomó del brazo y a perengano le dio un abrazo¨, porque era la única manera de tratar de adivinar afectos y desafectos del monarca en turno, es muy complicado esperar que los mexicanos no crean en teorías de conspiración.
Hoy, como siempre, esas teorías se basan en suposiciones y dichos, algunos de ellos desde lo más alto del poder, como el caso de que el presidente más poderoso del México moderno, ha sido frenado y detenido por unos hipotéticos conservadores, malvados, malintencionados, pero, sobre todo, más poderosos que él, y que le han impedido lograr un México mejor para todos. Para quién poco entiende de cómo funciona el mundo. Para quién teme reconocer que las políticas y proyectos de AMLO han fallado, simplemente porque han sido mal ejecutados, siempre es más cómodo pensar que hay una fuerza malévola y superior que controla todo. El conspiracionista teme a la suerte, teme que las cosas sucedan al azar, prefiere siempre que haya una causa, alguien que controle, porque si deja de haber un control superior, tiene que aceptar y reconocer que el caos es lo que en realidad reina, y que cualquier cosa puede suceder.
Una vez que alguien cae en las redes de la conspiración, le cuesta mucho trabajo reconocer que ha sido engañado. Prefieren negar la realidad. Lo mismo he visto en grupos anti AMLO recalcitrantes. Cualquier cosa que les digan es real, por más fantasiosa que suene a oídos menos adoctrinados. Incluso hay rechazo a quién se atreva a cuestionar los más alocados planteamientos.
En grupos de AMLOVERS, puedes mostrar un documento, y te van a responder que puede ser falsificado, puedes mostrar un video y te dirán que está editado o fue creado mediante inteligencia artificial, y lo mismo será en el caso de un audio. Simplemente ya se aferraron a su creencia, y se niegan a aceptar la mínima posibilidad de que esa creencia sea falsa.
No se trata nada más de adoctrinamiento. No se trata exclusivamente de mannipular a los seguidores de AMLO como si fueran una secta. Se les ha convencido de una enorme cantidad de teorías de conspiración que los han alejado de cualquier posición razonable. Ellos están en peligro, por culpa de sus adversarios. A los adversarios ¨les arde¨, ¨los enoja¨, ¨los mata de coraje¨, ¨les tapan el hocico¨, etc . Una y mil expresiones falsas que les hacen creer que están triunfando, aunque sea triunfando en la nada.
Y no, no se trata nada más de rencorosos, o de fracasados que no quieren asumir su responsabilidad en el propio fracaso, o de personajes que reciben dinero y a cambio venden sus conciencias, o de otros que aspirar a un puesto público para poder robar. No, también hay personas que simplemente se han creído todas y cada una de las teorías de conspiración emanadas del púlpito mañanero y repetidas una y mil veces por todos los jilgueros pagados con el dinero de nuestros impuestos.
Aquél que no tiene información, pero algo entiende lo que está pasando, buscará una explicación y se va a aferrar a la primera explicación medianamente lógica que encuentre. Esa ha sido la vida de México desde el triunfo de la revolución a la fecha. Tratar de adivinar lo que pasa en las altas esferas, ya que la información y el conocimiento siempre han sido negados al pueblo de México.
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