El Baldón:  Chatear con un timador.

José Miguel Cobián


Si tú le mandas a alguien dinero por tu propia voluntad, la persona que recibe el dinero no puede ser acusada de ningún delito.  Podrías alegar ante una fiscalía que fuiste víctima de un timo, pero las cantidades en juego hacen muy difícil que se le preste atención al delito,  con los niveles de impunidad que hay en México, el timo es un delito que tiene el estímulo de no ser perseguido, por eso prospera y se incrementa en el país.

Incluso, las víctimas del timo, difícilmente presentan una denuncia, cuando mucho acuden a la autoridad para denunciar que de tal número de teléfono recibieron una petición de dinero simulando que dicho número todavía estaba en control de su propietario original. El esfuerzo que va a realizar la autoridad, es registrar dicho número en un catálogo de números ¨con reporte de extorsión¨.   Esos números una vez abandonados por el timador o en su caso, por el extorsionador, serán en unos meses, entregados por las compañías telefónicas a otros usuarios, que cargarán con la pena de usar un número ¨con reporte de extorsión¨, aunque ellos nada tengan que ver con el asunto.   Recordemos que los números de celular se reciclan entre usuarios, conforme quedan disponibles para las empresas telefónicas.

Más allá de registrarlos en su catálogo, la autoridad no hará absolutamente nada, pues no cuenta con recursos materiales y humanos para hacer otra cosa. Por ello, la impunidad en estos delitos es del 100%.   Es decir, ni uno sólo es castigado ni llevado ante la justicia.

El modus operandi es muy sencillo.  Alguien decide que puede apropiarse de tu WhatsApp, para lo cual requiere un código que es enviado al teléfono propietario de dicho servicio de mensajería.   Con cualquier tipo de pretexto, logran convencerte de que envíes el código a otro número de mensajería, o que te comuniques a un teléfono y lo proporciones, o incluso te llaman para solicitarlo.    Si entregas tu código, entregas tu servicio de mensajería, que a partir de ese momento está disponible para la persona que practica el arte de timar incautos.

Ya sea que te avisen que tienes un problema en la dirección que trae un paquete para ti, (mismo que no recuerdas haber solicitado) o, que un amigo te pida que recibas el código porque su celular tiene algún problema, o un servicio de tarjeta de un banco, o cualquier otro pretexto, siempre hay alguien que cae en la trampa.

El timo es un arte fino.  No hay extorsión, no hay amenazas, no hay gritos del otro lado de la línea simulando que es un familiar en desgracia.   Se trata de pedir apoyo, siempre con cantidades pequeñas que no llamen la atención, y precisamente porque son cantidades pequeñas, la víctima cae en la trampa.   Cabe aclarar que la víctima es en general algún amigo o conocido del propietario del celular cuyo servicio de mensajería o incluso la línea telefónica, obra en poder de un tercero.

También al propietario de la línea le pueden ofrecer devolverle el control de su WhatsApp o de su línea telefónica, a cambio de una cantidad de dinero, que en general no es elevada. El problema es la ausencia de garantía de que será devuelta en realidad, una vez cubierta la suma del rescate de dicha línea.

Tuve la oportunidad de platicar con una persona que le quitó su WhatsApp a un conocido. La plática se llevó a cabo vía el servicio de mensajería.    Me llamó la atención el hecho de que la persona tiene un buen nivel de educación, le gusta reflexionar sobre las relaciones humanas, ha sido traicionado por personas que se dijeron amigos suyos y en realidad no tenían ni lealtad ni un verdadero afecto por él.   Tengo la impresión de que es una persona de sexo masculino, sud americano, amable y cortés.

Le pedí una entrevista, no para conocer los detalles de su modus operandi, porque estoy seguro que no dañaría su negocio, sino porque me interesa conocer otro tipo de datos, y sobre todo de motivaciones.

¿Qué situación en la vida de una persona lo lleva a delinquir?  ¿La búsqueda de vida fácil o la necesidad de salir adelante, sin oportunidades a la vista?     ¿Por qué elegir el timo, que insisto es fino y elegante, en lugar de la extorsión u otro tipo de delitos?

¿Su actividad se realiza en soledad o es un equipo?  Por el desencanto sobre la amistad, supongo que es una persona que actúa en solitario.    Lo noté muy enfocado en su negocio.  Sobre todo, me llamó la atención que se pudo dialogar con él.   Si fuera un miembro de un cártel nacional, es difícil pasar de dos o tres párrafos sin ofensas o malas palabras.  Con él, la conversación fue fluida y muy respetuosa.

No percibí tampoco una urgencia por obtener dinero, lo cual significa que no le va mal en su negocio.   Entiende de la psicología humana, y tiene mucho sentido común.   Me hizo recordar un timo de que fui víctima.

Llegaron unas personas a mi despacho contable, para ofrecerme un trabajo grande.  Yo estaba emocionado por el posible crecimiento de mi despacho.   De repente una persona subió a la oficina, pidiendo a mis posibles clientes $600.00 para atender una emergencia.   Todos ellos dijeron que dejaron sus carteras en su auto, así que para ser amable y evitar que bajaran sin haber terminado de acordar los términos de mis servicios, yo me ofrecí a darle el dinero a la persona.   Así lo hice, acordamos comenzar la contabilidad el siguiente lunes, y jamás los volví a ver.    Todavía me hace gracia, lo fácil que cae un ser humano por ambición. Jamás juzgo a las víctimas de un timo, pues siempre recuerdo lo fácil que es caer, cuando se conoce que resortes tocar.  Por eso afirmo que el timo es un arte.

www.josecobian.blogspot.com                                                                             @jmcmex

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