Los habitantes del municipio de Manlio Fabio Altamirano se encuentran indignados por el despido del Contador Ricardo del Villar, quien era el tesorero municipal. Del Villar fue despedido por oponerse a los pagos de una obra de pavimentación que se construía frente a la casa de la alcaldesa.
Los pobladores consideran que el despido del tesorero fue injusto, ya que su trabajo consistía en cuidar que los recursos fueran gastados de manera correcta y transparente. Sin embargo, esto resultaba incómodo para la alcaldesa, quien ha sido señalada desde el inicio de su administración por actos de corrupción.
Además, se comenta que la alcaldesa tiene a varios familiares trabajando en diferentes áreas del Ayuntamiento, lo que ha generado acusaciones de nepotismo. Algunos de estos familiares ocupan cargos en el DIF, en obras públicas y en la tesorería municipal.
El despido del tesorero fue la gota que derramó el vaso, ya que se negó a permitir la apertura de un antro cerca de un centro escolar para menores. Esta decisión generó rumores de que otros funcionarios incómodos para la alcaldesa, como el director de Catastro y el secretario del Ayuntamiento, podrían ser despedidos también.
Los habitantes de Manlio Fabio Altamirano reprueban estos hechos y hacen un llamado al gobierno federal y estatal para que tomen conocimiento de la situación y apliquen la ley de manera correcta. Esperan que se haga justicia en este municipio que tanto lo necesita.