BARRA LIBRE.
Alfredo Quezada Hernández
EL PRI SIN FUTURO POLÍTICO.
Aun cuando se dice que no hay muerto político, el otrora partido tricolor no se le ve por donde pueda sobrevivir después del 2027.
En la entidad veracruzana el año venidero será electoral, se desatarán las pasiones por apoyar al compadre, al amigo, al vecino o al mayate qué habrá de buscar la alcaldía. Sí, cuando está en juego la presidencia municipal la gente participa más, se mete, trabaja y deja la zalea en el alambre con tal ver coronado el esfuerzo de su aspirante o bien con tal de hacer morder el polvo a su paisano.
Las que aspiran son muchos, abundan, pero todos quieren ir por el partido en el poder, difícilmente querrán cargar con el ataúd de un Revolucionario Institucional, saben que ya no es garantía de triunfo, están ciertos de la animadversión qué tiene el electorado hacia el tricolor.
Con un mínimo de representantes populares, tanto locales como federales, y ya ni se diga de alcaldes, el PRI tendrá el valor de presentarse a la contienda electoral del próximo año.
Arrastrando la cobija y en medio del descredito, las puertas del tricolor serán abiertas para todo aquel que tenga la osadía de ser su abanderado a la alcaldía.
Pocos lo harán. Eso téngalo por seguro.
Con verdaderas luchas internas los priistas no cuajan una, la ambición los ha terminado de destrozar, unos tratan de sobrevivir y otros esconden la cabeza, viven de la riqueza, de la abundancia que le dio dicho instituto político, son sinvergüenzas, lo dejan morir solo.
La debacle del tricolor dio inicio hace más de veinte años, ruina que nunca quisieron ver las vacas sagradas de ese entonces, siempre pensaron que nunca caería tan poderoso imperio.
Ahora ya reafirmada su caída no saben qué hacer, siguen peleando por los escombros, por lo poco que queda del partido.
Por eso, a pocos meses de que formalmente de inició el proceso electoral, no se ve de donde vaya ya sacar el PRI sus 212 candidatos. Lo anterior se antoja más que difícil, por no decir imposible.
El final del partido hegemónico ha llegado, el dinosaurio está dando sus últimos coletazos.
Provecho.
Por cierto, los malquerientes de «Huevos Tibios» ahora andan diciendo que el priista va a buscar la alcaldía de su natal Perote.
Señalan que, ante tanta frustración por no lograr su capricho a la gobernatura, va como alcalde en próximo año y allí sí, va arrasar.
No se vale, más respeto señores.