Conscientes de las irregularidades que han cometido en la designación de candidatos del PAN y de que esa ilegalidad podría judicializar el proceso interno, el dirigente nacional Jorge Romero y el manipulador en el Estado Enrique Cambranis, no han emitido de manera oficial las designaciones de candidatos en los 212 municipios de Veracruz, así como las listas de aspirantes a regidores para los cabildos.
Enrique Cambranis Torres, ejemplo de la parasitosis panista con mas de 30 años como vividor del PAN estatal de Veracruz y cinco cargos plurinominales, de manera irregular e ilegal impuso listas de regidores para los 212 ayuntamientos, con gente allegada a él con la única finalidad de crear un ejército electoral que le sirva para reelegirse nuevamente como dirigente estatal del PAN, pasando por encima de las aspiraciones de toda la militancia panista en el Estado. Acomodó las piezas en Veracruz a satisfacción personal y avalado por el líder nacional Jorge Romero.
Esas designaciones solo son conocidas a nivel de rumor porque no hay un comunicado oficial, dejando que transcurra el tiempo para retardar cualquier posibilidad de que el desaseo interno llegue al tribunal electoral y derrumbe sus listas de privilegiados.
A Cambranis Torres, no le interesa ni le ha interesado nunca ganar elecciones en Veracruz, solo le interesa manipular las listas de plurinominales en todos los municipios para tener operadores que le sirvan a él y de esa manera seguir medrando, hasta que el pan muera por completo en este sexenio.
El líder nacional Jorge Romero por su parte, sabiendo del cochinero que está dejando en Acción Nacional en Veracruz, se ha negado a dar nombramientos oficiales y todo lo ha dejado en pausa, es decir, no hay hasta el momento un solo documento público oficial que indique cuál fue el método utilizado para tomar la supuesta decisión formal, para las designaciones en el Estado de Veracruz.
Tampoco se ha dado a conocer el resultado de la presunta encuesta ni de la casa encuestadora, para conocer los detalles técnicos y la metodología, faltando con ello a la convocatoria que el mismo Comité Ejecutivo Nacional emitió.
El proceso interno del PAN ha sido sumamente opaco y desaseado desde el principio, por un lado Jorge Romero en entrevista en su visita a Veracruz el pasado 15 de enero, dijo que para elegir a los candidatos iba a haber encuestas que serían las que tuvieran mayor ponderación, pero en contrasentido de sus declaraciones, no hay encuestas ni en la permanente del Comité Estatal ni en la permanente del nacional, lo cual implica que se trata de dedazos a conveniencia de Enrique Cambranis y de Jorge Romero, es decir, entre ellos dos se dividieron todo y ni siquiera cuidaron la legalidad del proceso operando totalmente fuera de la ley, no cuidaron nada, ni siquiera la convocatoria y por ello no se han atrevido a designar candidatos en los municipios veracruzanos.
Las listas de candidatos a alcaldes y regidores son solo rumores, lo cual podría derivar en quejas ante el tribunal electoral por pasar por encima de los derechos de la militancia.
Esa actuación de ambos está a todas luces fuera de la ley, porque no cumplieron con las bases de la convocatoria ni con los reglamentos internos, ni con los principios de transparencia democrática; o sea no hay candidatos en los 212 municipios, son solo rumores sobre los designados y no hay tampoco criterio de orden en la elección de los ediles porque todos los regidores son puestos a criterio de Cambranis y avalados por Jorge Romero.
De la misma forma, como si ya supieran que el PAN ya no tiene oportunidad de subsistir en Veracruz, Jorge Romero y Enrique Cambranis han permitido la especulación sobre las listas de regidores en los cabildos, donde resaltan los allegados, los de recién ingreso e incluso las esposas de los de primera fila, para succionar unos cuantos años más del presupuesto.
Tras haber ensuciado el proceso interno en el Estado de Veracruz, Jorge Romero y Enrique Cambranis no solo traicionaron al electorado que aún cree en el PAN, sino que deben asumir la responsabilidad sobre el desastre electoral que se avecina, con cuyos resultados deberían renunciar a sus cargos, claro, si es que aún les quedan algo de vergüenza política.
