BARRA LIBRE.
Alfredo Quezada Hernández.
COMPARECENCIAS IRRELEVANTES.
Una vez más queda demostrado que esto de la personificación de los titulares de despacho ante los legisladores (?) locales es de mero trámite, si acaso tienen otro objetivo vendría a ser el lucimiento del titular del despacho, pero últimamente ni eso se da, esas comedias han resultado insustanciales y frívolas. La inasistencia de los comediantes, disfrazados de legisladores, es bastante notable, el valemadrismo impera en la inmensa mayoría de ellos y ya ni mencionar a los entenados políticos del López de palacio nacional, esos son los primeros en ausentarse.
La pura mampara.
Lo cierto, es que tanto cinismo desconcierta, pero resulta más lamentable el valemadrismo de «EL Carón», ese que presume ser el pastor mayor de los entenados políticos del dueño de «La Chingada», un tal Juan Javier Gómez Cazarín. Sus cercanos precisan que el ex vendedor de carros anda bastante ocupado en temas que le fueron asignados por la zacatecana, por lo que vilmente ha descuidado su rebaño.
Las comparecencias deben desaparecer, el formato se debe cambiar, ya basta de holgazanerías, los representantes populares deben desquitar el sueldo, la mesada que reciben es muy jugosa y el valemadrismo con que se desempeñan es admirable.
La inasistencia de todos ellos de igual manera deja ver la pérdida de poder en que ha caído Gómez Cazarín, ya hasta sus compañeros de bancada lo ignoran.
Ahora lo que sigue es la presencia del hijo de Atanasio, allí si, ante una legislatura completa, repleta de comediantes, entiéndase, diputados, aun cuando nada importante vaya a decir.
El vástago del profe sólo habrá de presentarse a dar un breve mensaje, una perorata de treinta minutos, un mensaje sin ilación alguna.
Ya veremos cuantos diputados llegan el día 14, fecha en que el hijo de Atanasio se habrá de vestir de luces.
Provecho.