BARRA LIBRE.
Alfredo Quezada Hernández.
ARRANCAN LAS MUNICIPALES.
Aunque no de manera oficial, desde el pasado día tres del presente mes ya dio comienzo la carrera por lograr la candidatura al municipio que lo vio nacer. En esta contienda sí participa la población, aquí sí se desbordan los ánimos, las pasiones.
Por eso en la gran mayoría de comarcas los personajes políticos, en abierto, ya se agrupan, ya expresan sus ambiciones por sentarse en la silla municipal.
Los tiempos que les esperan no son los mejores, ya sea como candidatos o bien ya sentados como alcaldes. De entrada, la escases del vital líquido es algo que deben tomar muy en cuenta, los tiempos venideros también serán de estiaje financiero, no hay dinero que alcance ante tanta demanda de obra pública.
Lo anterior sin mencionar las imposiciones qué deben aceptar ante los compromisos contraídos en campaña.
Las redes sociales habrán de ser una herramienta bastante útil para lograr su ambición, allí tendrán que ser cuidadosos en el manejo de las mismas.
Lo cierto, es que los partidos políticos también sufren de una severa crisis de credibilidad, eso es algo real, es innegable, de allí que el electorado no tenga mucho de donde elegir. Y si a lo anterior le agregamos que todos ellos, los partidos políticos, tienen su cuota de gente impresentable, a donde vamos a parar.
Sí, muchos de los que habrán de figurar portan una larga estela de corrupción, van dejando una pestilencia qué se percibe a varios kilómetros de distancia.
Otros tantos se han visto involucrados en escándalos de corrupción, han protagonizado escenas nada agradables lo cual, de llegar a ser candidatos, los adversarios políticos sabrán aprovechar a la perfección.
Otros tantos hoy están militando en partidos políticos qué antes despreciaban a lo vil. Son los mismos que hoy, sin ninguna convicción partidista, se abrazan y comen en el mismo plato de quien regentea ese negocio, entiéndase partido político, que presume victorias arrasadoras.
Todos ellos no comparten la ideología partidista, sólo los mueve la ambición por el poder y que mejor que de la comarca que los vio nacer.
Por lo mientras esto ya arrancó, los Tlatoanis partidista no se habrán de dar abasto para atender a todos aquellos que estarán desfilando por las sedes partidistas y que ambicionan ver coronado su capricho electoral.
Provecho.