BARRA LIBRE.

Alfredo Quezada Hernández.

RAYMUNDO ANDRADE Y SU VALEMADRISMO – COATEPEC.

Es admirable la apatía del alcalde coatepecano.

La tierra de María Enriqueta vive una de las peores administraciones municipales, es más ni el famoso «Juanello» fue tan vale madre como el borrachín éste.

Sí, el ex diputado local se ha distinguido por su desgano por mejorar el Pueblo Mágico de Coatepec. Lo que se le debe reconocer es la docilidad mostrada ante el ex secretario de gobierno Eric Cisneros Burgos, personaje que realmente gobernó los primeros dos años de la actual comuna coatepecana.

Andrade Rivera ha ignorado por completo al pueblo coatepecano, tiene rato que el alcalde se tiró a la hamaca dejando todo al garete.

Las calles resplandecen de tanta basura y esta situación no es privativa de las colonias de la periferia, no señores, en pleno centro de este Pueblo Mágico, los paseantes han sido testigos del valemadrismo de Andrade Rivera.

La seguridad es otro de los pendientes que tiene el ex legislador local, los coatepecanos viven con incertidumbre, se sienten inseguros hasta de la misma policía municipal.

El comercio establecido ya llego al hartazgo de tanto vendedor ambulante, las pérdidas que han tenido estos generadores de empleo son considerables y todo gracias a la complacencia de la autoridad municipal, a la incapacidad de la comuna por meter orden.

En los oídos de los coatepecanos aun retumba el discurso pronunciado por el ahora alcalde durante el acto de toma de protesta donde prometió trabajar de la mano de la ciudadanía por la transformación de Coatepec. Pero eso no es todo también se dijo convencido de lograr grandes cosas en beneficio de sus paisanos.

Y, a escasos quince meses de dejar la alcaldía, nada de eso se ha logrado, al contrario, la tierra de María Enriqueta sufre las consecuencias de la abultada apatía, y alcoholismo también, de Andrade Rivera.

La política social de desarrollo e inclusión solo quedó en eso, en discurso, en palabrería y ya los cuatro ejes manejados en su campaña ni mencionarlos, solo existieron de manera fugaz en la mentecita del ahora alcalde.

El único acierto del alcalde coatepecano es haber cumplido su amenaza, esa advertencia a los vecinos de la localidad de San Alfonso, de dejarlos sin agua y todo por haberse manifestado, por haber bloqueado el libramiento en demanda del vital líquido.

Ahora no tan solo padecen la escases, sino que también el alcalde no les cumple con las obras sociales prometidas ya autorizadas.

Raymundo Andrade, al igual que una veintena de alcaldes veracruzanos, debe de andar preocupado al quedar en la orfandad política y todo por su ambición desmedida de poder.

Pobre Coatepec, tiene rato que no puede ver la suya.

Andrade Rivera lo vino a convertir en el traspatio de Xalapa.

¡Salud!