BARRA LIBRE.
Alfredo Quezada Hernández.
VACILARON AL HIJO DE ATANASIO.
La Presidenta está por acabar con el reparto de responsabilidades y no aparece el nombre del vástago del profesor, ni aparecerá, ni cuando menos en los de segundo pelo.
Sí, todo indica que al pobre solterón lo hicieron creer, le hablaron al oído y le hizo caso al canto de las sirenas.
Que tristeza.
Bastante grande fue la vacilada qué le jugaron cuando lo mencionaban como virtual titular de la paraestatal Comisión Federal de Electricidad.
Por favor.
Por todos es conocida la animadversión que siempre le tuvo el círculo cercano de colaboradores del entonces López de palacio nacional. Sus consejeros nunca vieron con buenos ojos al hijo de Atanasio.
Las expresiones hacia su persona siempre fueron peyorativas, de desprecio y mal gusto.
Y eso lo sabían muy bien aquí en el palacio de gobierno de la aldea, pero no quisieron, o no pudieron, prestarle la atención debida.
Se tomaron muy en serio esas exhibidas qué le daba el macuspano ante el pueblo de Veracruz, nunca quisieron entender, o no lograron comprender, que solo lo estaba utilizando, que el hijo de Atanasio sólo servía para el envío de los subejercicios, esa millonada qué su administración regresaba a la federación valiéndole madre las carencias de millones de veracruzanos.
Ese dinero que tanta falta sigue haciendo para infraestructura hospitalaria, educativa o mejoramiento de carreteras, de esas rutas que han sido causantes de fuertes accidentes con fatales consecuencias.
Ahora, pacientemente, el hijo de Atanasio únicamente espera que concluya su pésima administración y de allí a gozar de la vida, a darle rienda suelta al gusto. Fueron seis años de preocupaciones, de altibajos, de problemas y sobre todo me mentiras y dislates por lo que ahora a soltar estrés y liberar hormonas.
Provechito.